miércoles, 26 de diciembre de 2018

Siempre podemos reinventarnos

Reinventarse, el placer de los dioses



Cada uno es, los caminos recorridos en este raro y sorprendente juego que es la vida, un camino lleno de personas y cosas que van entrando y saliendo de escena, pero siempre los actores principales somos nosotros. Muchos piensan que es egoísta un pensamiento centrado en uno mismo, pero creo que es necesario e incluso imprescindible si queremos un mundo mejor. Muchos de los males que guardamos en el seno de la sociedad parten del no poder encontrarnos y sentirnos dueños de eso que llamamos libertad. La políticas de los países deberían orientarse en ese camino, dar a la población las herramientas para llegar a un cambio personal profundo, para generar un cambio social inmenso, es mi idea para romper las dependencias y crear una verdadera sociedad donde las personas puedan crecer a diario en base a objetivos personales y no creados por este sistema de alienación que padecemos y nos presiona a repetir historias, el estado es en gran parte responsable por romper ciertas bases impuestas a fuerza de leyes y control policial, generar la conciencia necesaria para que las personas tengan un pensamiento crítico que determine lo correcto y lo incorrecto desde la comprensión y no la imposición.




Una vez viendo una película llamada Camino a la paz, escuche una hermosa historia que tiene una analogía muy clara de lo que es confiar en el destino y a partir de eso ir eliminando barreras. La historia es más o menos así, un alpinista el mejor de todos, estaba escalando la montaña más riesgosa, a la que todos soñaban escalar y pocos lo lograban, cuando estaba llegando casi a la cima y ya casi de noche tuvo un resbalón y quedo colgando de la soga de seguridad, sin muchas posibilidades de ser rescatado por la soledad del lugar y la dificultad para llegar comenzó a preocuparse sin poder ver nada en la oscuridad de la noche. De pronto escucho una vos que le decía que corte la soga para salvarse, y esta persona tuvo muchas dudas sobre ¿quién era esta voz?, ¿porque le decía eso?, y sobre qué pasaría si cortaba la soga, se preguntaba si estaba alucinando por la situación y el frio intenso. Su miedo fue tan fuerte que decidió ignorar la voz que le hablaba en el medio de la noche. Al otro día unos rescatistas encontraron el cuerpo ya sin vida por las bajas temperaturas de la noche, colgando de la soga a no más de 1 metro y medio del suelo, un suelo que la oscuridad de la noche no lo dejo ver nunca. Esta analogía puede tener muchas interpretaciones especialmente asociadas a algún tipo de dios que busca ayudarte, yo hare mi propia interpretación y diré que la soga es la clara representación de una dependencia y el miedo a cortarla, es el reflejo de lo difícil que es para nosotros a veces salir de situación que no estamos disfrutando, la famosa zona de confort, seguramente existen mil razones y claro todas justificables, porque siempre encontraremos razones para quedarnos donde estamos, la voz que le habla al alpinista es a mi entender esa voz interior, transformada en un sentimiento o emoción que nos dice que busquemos un cambio, que nos reinventemos, que salgamos a hace lo que queremos y si no sabemos que queremos, luchemos por entenderlo. A veces los riesgos son grandes es cierto, pero también es grande la paga cuando estamos en el camino de lo que deseamos.



Hoy quiero darle otra vuelta al termino reinventarnos, eso tan necesario como respirar. Sacar el piloto automático y comprender que queremos, luchar cada día para conocernos más, hasta que un día de pronto te das cuenta que te descubriste y te sentís tan cómodo que nunca más dejaras de estar en ese equilibrio. La pregunta clave es ¿podemos ser algo que no queremos ser? Y la respuesta es claramente si, somos una ensalada de ideas y sentimientos, propios y ajenos, reales y ficticios. Partiendo de que vivimos en una sociedad alienada, creada con el fin económico de desarrollarse bajo los preceptos del capitalismo, que no deberían coincidir con lo que nosotros necesitamos para satisfacernos como persona. El reinventarse es ir dejando eso primero, que es lo pre dictado, lo conocido, lo casi guionado y hasta obligado socialmente, para pasar a lo segundo, que es mucho más personal, misterioso y poco claro, los deseos personales, propios, sin valor hacia los demás, casi hasta inútil. Si puedo dar un consejo desde mi experiencia es que usemos las herramientas del capitalismo es pos de los logros personales, logros que si son sinceros van a incluir a toda la sociedad, si son realmente anhelados van a ir a lo más esencial de la vida, sin caer en el materialismo de una sociedad que se reconoce a través del tener y la propiedad privada, y que en la paradoja del respeto hacia el otro, compite a diario por ser mejor, perdiendo todo tipo de sentimiento hacia otras personas, nos inunda la desconfianza y la apatía de cuidar lo que hemos logrado en el camino del tener, el recorrido es duro y parece no terminar nunca, lo sé, pero si comprendo que las personas que están en su camino no buscan hacer daño a los demás, lo contrario, alguien me dijo alguna vez que debes confiar en el proceso, cuanta sabiduría en esas palabras.



La magia del comenzar está relacionada con las condiciones mentales que tenemos para comenzar a transitar un cambio, el cual no es definitivo, les aseguro que las idas y venidas van a ser constantes y necesarias, para darnos cuenta que aquello que no hacia feliz tiene otra forma, la dependencia se irá disminuyendo con el tiempo, nuestro pensamiento se diagrama diferente y eso permite comprobar nuestro cambio. Nos enseñan que cuestionar las cosas no es tan bueno porque puede llevarnos a un camino de inconformidad, yo creo en el pensamiento filosófico, ese que a través de las preguntas constantes, lleva a nuevas respuestas, pero principalmente a nuevas preguntas, en un camino que parece nunca acabar, pero que les aseguro da frutos. Últimamente mi palabra preferida es “no sé”, cuando preguntan, ¿Qué vas a hacer de tu vida?, ¿vas a seguir estudiando?, ¿dónde vas a vivir?, ¿vas a dejar de viajar?, ¿te vas a poner a trabajar en serio?, cada vez más seguido mi respuesta es no sé, no tengo claro casi nada de todo eso, solo comprendo que algo me da fuerzas por dentro para seguir y siempre las soluciones a los problemas van apareciendo, especialmente cuando las dejamos de buscar, nos relajamos y nos quedamos en el presente. La magia de la palabra no sé, está relacionada con la cantidad de preguntas que pueden surgir a partir de ella y a su vez de las incontables posibilidades surgidas, incluso le podríamos dar una vuelta más a este razonamiento y preguntarnos ¿para qué deberíamos conocer todas esas respuestas?, quizás contestando todo eso podamos ser lo que la vida espera de nosotros, como un legado generacional, pero ¿eso es lo que nosotros esperamos de la vida?, siempre en la seguridad encontramos un bajo riesgo de salir heridos o de cometer errores, en los planes está claramente el miedo de que las cosas tomen otro rumbo, y ¿si en todo ese desorden está la aventura que siempre soñamos, las personas más interesantes, el amor de nuestra vida, las historias que podremos contar con orgullo?, yo me la juego y voy por eso, al menos hasta donde me dé la nafta, seguramente ya tendré tiempo para quedarme con lo que soy y que pasen diez años y que los mayores cambios logrados sean materiales, y yo siga siendo el mismo, con las mismas ideas y los mismos sueños inconclusos. Para mí, los sueños se cumplen simplemente para que aparezcan nuevos sueños, pero les puedo asegurar que no se terminan nunca, al menos a mí no me paso y creo que sería la muerte en vida estar en es situación. 



Nunca debemos olvidar que nuestros miedos son mil veces más grandes en nuestra mente que en la realidad, llevar todas esas enseñanzas que a diario escuchamos o leemos del Facebook a la vida real no es tarea fácil, es una construcción de todos los días, con avances y enormes retrocesos, momentos de dudas y momentos de placer extremo cuando somos tan creativos que superamos incluso nuestras expectativas, cuando resolvemos lo que parecía imposible. Reinventarnos no es dejar de ser lo que somos, la esencia va a estar siempre cerca de nosotros, lo que yo creo es que a partir de esa esencia que todos llevamos y forja nuestra personalidad, debemos convivir con nuestras dificultades y nuestras facilidades en un camino hacia el pensamiento crítico, conocer nuestros límites y constante mente desafiarlos, empujarlos hacia esos puntos donde somos altamente sensitivos, donde realmente podemos hasta agobiarnos, pero que realmente será satisfactorio al poco tiempo, las victorias personales son gratas si son realmente para nosotros y no aportan a esa falsa tendencia de esperar la aceptación del otro, nadie nos conoce como nosotros mismo y si no podemos disfrutar nosotros caemos en la personalidad del que desea contentar a todos y se transforma en eso que los demás quiere, un bufón de la sociedad, que poco tiene que ver con lo que desea ser.


Hasta la proxima...

Las fotos son ilustrativas, Lago Traful, Neuquen, Argentina
by Esteban Tartari

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