Los aprendizajes que te ofrece el viajar
Soñar es gratis, dicen…
y si llegaste a esta publicación seguramente ya estas soñando con poder
irte lejos por un tiempo a descubrir lo que el mundo tiene guardado para vos, y
aunque a veces parece imposible, ser un viajero solo depende de querer ser, y de
mantenerse enfocado en ello, trabajando a diario para que sea así.
Viajar es una maravilla, a algunos nos basta con estar en
movimiento para sentir que todo cambia y que vale la pena vivir, voy a
contarles en algunas líneas que enseñanzas me han dejado estos años de viaje
por Sudamérica y que me ayudan en mi vida diaria. Sacar desde lo más profundo
de mi ser esos aprendizajes que tanto han cambiado mi forma de ver el mundo.
Esta vez les contare 5 cosas que aprendí cuando empecé a
viajar, y seguramente habrá muchas formas de aprenderlas, pero mi forma fue
ésta y quizás la tuya también pueda serlo. Las iré nombrando de las más
relevantes a las menos según mi visión, todas se aprenden a la par, cada una se
apoya en la otra, son una parte de toda la magia que esconden los viajes y se
las voy a contar.
Les dejo también algunas preguntas que están buenas para seguir pensando en el tema y al final un anexo ampliando mucho mas la información a partir de mis experiencias.
Generar conciencia
¿Qué es la esto de la conciencia?, ¿Dónde se encuentra?,
¿Qué hago con ella?, ¿me puede enseñar algo?, ¿se la puedo regalar a alguien?
La conciencia se desarrolla durante toda nuestra vida, no
existe un modelo adaptable a todos, sino que cada uno debe descubrir el suyo y
por ello es un desafío personal altamente subjetivo. Se alimenta de las
experiencias y puede modificar la forma en la que comprendemos el mundo porque
aumenta nuestra capacidad de comprender lo que está ocurriendo con nuestras
emociones y nos ayudan a seguir aprendiendo de lo que vivimos.
Muchas personas pueden vivir una idéntica situación, pero
obtener de ella aprendizajes diferentes, según lo que estamos preparados para
absorber de ella. Aunque no lo crean la conciencia se entrena y al principio
parece algo intangible y sin importancia alguna, pero a medida que le damos el
espacio que merece en nuestra vida se torna más importante, sale de su origen
utópico para meterse en nuestra realidad diaria, ampliándose cada vez más.
Conocerte a ti mismo
¿Qué cambios llevarías adelante en tu personalidad? ¿te
gusta cómo eres? ¿con que sueñas? ¿Te sentís conforme con tu día a día?
Para poder empezar a darle forma a la conciencia, debemos comenzar
a hacernos preguntas a diario, preguntas que pueden resultar hasta difícil de
contestar al principio, pero a medida que insistimos en ello vamos encontrando
respuestas más concretas.
Conocernos a nosotros mismos es, en definitiva, saber hacia
dónde caminamos, porque aunque no tengamos grandes sueños u objetivos de vida,
por el simple hecho de estar vivos estamos yendo hacia algún lado. El problema
muchas veces es que no tenemos el horizonte claro, entonces damos pasos hacia
todas direcciones y sentimos que no sabemos dónde vamos, pero aun así no
paramos a analizar la situación.
Los viajes dan ese tiempo necesario para conocernos a
nosotros mismos, la soledad y el silencio son el canal por el que nuestro
cuerpo se conecta con lo que pensamos, y aunque no sea algo muy difundido,
nuestra mente sabe siempre lo que quiere, pero no le damos la suficiente
atención y como es muda no puede gritar necesita sentir.
Liberar las emociones
¿Cuántas son las emociones? ¿Podemos detectar que tipo de
emoción estamos sintiendo? ¿Sabemos controlarlas de una forma positiva? ¿Cada
cuánto sentimos una emoción?
Que importantes son las emociones en nuestro día a día, y
que poco sabemos de ellas, incluso a veces quedan un poco olvidadas y juntan
telaraña, pero es simplemente por el hecho de que las experiencias se
convierten en rutinarias y las emociones tienden a desconectarse.
Vivir situaciones que salgan de lo normal, exponiéndose al
riesgo es lo que nos regala nuevas experiencias, viajar debe ser de las
vivencias que más queda grabada en nuestra mente, por el hecho de romper la
rutina de una forma precipitada. Esta situación nos expone a usar las
emociones, que se alimentan de estas vivencias, de golpe nos sentimos vivos y
rejuvenecidos, aunque solo sea por unas semanas y luego debemos volver a la
rutina.
Podemos aprender mucho de los viajes sobre cómo llevar
adelante, dentro de nuestra rutina diaria, acciones que movilicen esas
emociones, pequeños resquicios que nos darán grandes alegrías si lo aprendemos
a manejar
La paciencia y la
confianza en uno mismo
¿Qué es la pciencia? ¿Nos tenemos paciencia a nosotros
mismo? ¿Cuál es el beneficio de ser paciente? ¿Cómo se logra tener confianza?
¿Por qué es tan fácil perderla? ¿Se puede aprender confiar en nosotros mismos y
en los demás?
Difícilmente los buenos resultados lleguen rápidamente, se
hacen esperar porque saben lo que valen, por ello debemos trabajar la paciencia
para no perder la motivación, ya que de otra forma nunca llegaremos a confiar
lo suficiente en lo que estamos haciendo y nunca haremos nada importante y
durable, en nuestra vida.
A medida que los resultados llegan la confianza aumenta, por
ello es importante plantearse pequeñas metas que sumados nos lleven a ese gran
objetivo, cada paso ira motivando a seguir al próximo, debemos tomarnos el
tiempo de pensar y poner en práctica todo lo que analizamos.
Los viajes nos demuestran que la confianza en uno mismo, es
todo para tener éxito, el motor para ello es la paciencia, aprender a darle a
nuestros aprendizajes el tiempo necesario para que maduren y den resultados,
sin apuros y evitando caer en pensamientos negativos, todo es más fácil si
sabemos dominar las emociones, especialmente en situaciones que se suelen
generar en los viajes y pueden darnos vuelta un excelente viaje y arruinarla
para lo que viene.
Superar tus limites
¿Te has planteado limites alguna vez? ¿Sientes que tocas
esos límites? ¿Se pueden ampliar? ¿Por qué no puedo superar mis límites? ¿Mi
contexto también me impone límites o son autoimpuestos?
Todo cierra cuando comenzamos a ver que nuestros límites se
amplían, y de eso se trata, romper los miedos a ciertas situaciones que nos
paralizan y no permiten que vivamos la vida de forma adecuada, incluso creo que
esos límites terminan armando una vida que poco tiene que ver con nosotros
mismos, para ello debemos tomarnos el tiempo para pensar quienes somos y que
queremos.
Acá vemos como todo se relaciona, en la situación que nos
encontremos podemos trabajar sobre los conceptos anteriores para llegar a tener
una conciencia ampliada.
Los viajes fueron mi punto de partida para entrar en mi fase
egoísta, como siempre digo, de pensar mucho en mí, y aunque la palabra tenga un
contexto negativo, creo que mi relación con mi ambiente diario es mucho mejor a
partir de enfocarme en mí mismo, soy una persona menos toxica y eso se siente
en las personas, estoy más predispuesto a ponerme en el lugar del otro y sentir
parte de lo que está sintiendo, disfruto más de ayudar a las personas que lo
necesitan.
Hasta la próxima publicación, un saludo grande
Anexo un poco más del
tema…
Un poco más de información sobre estos tips para los que les
gusta leer un poco más y conocer mi experiencia.
Generar conciencia
Viajar para mi es mucho más que tomarse un avión y disfrutar
de las ofertas turísticas que ofrece cada destino, también es aprovechar las
diferencias culturales para comprender el mundo en el que vivo.
Antes de hablar de conciencia quiero compartirles una
definición personal, que posiblemente difiera de otras, pero es mi forma de
entender la conciencia y la libertad. Ser conscientes de algo es tener la
capacidad de sentirlo, casi de tocarlo, es como un clic en la mente para
comprender vivencias que de otra forma hubieran pasado desapercibidas, generar
un sexto sentido, difícil de exponer con palabras. Los viajes ponen las
emociones a flor de piel, así comprendes que somos seres emocionales que
piensan y no al revés como muchas personas creen.
Ese es el camino de la conciencia, comprender nuestras
emociones, pasando por un aprendizaje que comienza en nosotros mismos, pero que
se enfoca a entender el contexto en que habitamos, hasta el punto de
mimetizarse con las cosas que nos ocurren para poder disfrutarlas de otra forma.
La conciencia tiene esa peculiaridad de mostrarse como un
factor que modifica realidades, dos personas con niveles diferentes de
conciencia pueden entender una misma situación de forma muy diferente.
La conciencia es entender que es lo que buscamos en aquello
que estamos viviendo, frenar el tiempo por un instante y poder rescatar aquello
que decidimos conscientemente darle mayor importancia, todos estamos viviendo
diferentes experiencias en este mundo, lo importante es entender cuál es la
nuestra, para disfrutarla de forma amplificada.
Cuando entiendes las letras de las canciones de otra forma,
cuando comprendes a las personas desde otro punto de vista, cuando convives con
lo diferente sin buscar encontrar sus debilidades sino con el sano afán de
disfrutarlas y compartirlas, cuando te tiras al piso bajo un cielo estrellado
por no poder creer lo que estás viendo, es la conciencia actuando en nosotros.
Conocerte a ti mismo
Creo definitivamente que nunca llegamos a conocer
completamente a las personas, y también lo creo con nosotros mismo, nos
sorprendería ver la cantidad de habilidades que podemos tener y desconocemos, para
ello debemos ir generando los cambios necesarios para que eso ocurra frente a
nuestros ojos.
Los viajes para mi forma de vivir hasta ese momento, fueron
un quiebre total, pincharon esa burbuja donde todo era conocido y rutinario,
donde rara vez me sucedían conflictos que no sabía resolver o que ya hayan
ocurrido en el pasado, mi vida era similar a un juego que ya sabía cómo ganar,
pero no tenía tan en claro si realmente lo quería jugar.
De esa experiencia que estoy narrando solo se podría pensar
que me conocía a mí mismo y que por ello podía resolver todos mis conflictos,
pero yo creo todo lo contrario, al tener un ambiente o contexto donde no
necesitaba exigirme porque a su vez nada raro podía pasar no había necesidad de
conocerme mucho más, ya sabía lo que debía saber sobre mi persona, ¿para qué más?.
Cuando salí al mundo a recorrerlo tuve que aprender muchas
cosas nuevas, yo diría que a diario se daban situaciones totalmente nuevas para
mí, y que al principio eran difícil de resolver porque no tenía aun las herramientas
para salir victorioso de las dificultades. Con el tiempo ese conocimiento se
fue ampliando, ya contaba con un nivel de conciencia diferente, muy necesario
para actuar frente a lo que me estaba ocurriendo y los cambios que una vida
nómade traían a mi vida tan sedentaria.
Durante ese camino aprendí que era una persona
increíblemente flexible a diferentes situaciones, y la realidad es que no sabía
eso sobre mí. Aprendí que yo mismo podía ser una gran compañía, que el tiempo
en solitario también podía ser productivo, sentía que podía hacer un viaje al
fondo de mis pensamientos para entender lo que necesitaba y cuales eran mis
problemas, sé que parece raro para muchos hablar de comprenderse a uno mismo,
la mayoría de las personas no están en constante juicio sobre ellos mismos, pero
yo aprendí que enfrentar las cosas que no me hacían sentir cómodo en el momento
en que lo estaba viviendo me ayudaba a ser más sensitivo, hoy rápidamente puedo darme cuenta cuando alguna
alarma en mí se enciende, un dolor de cabeza, una sensación de incomodidad, me
dan aviso y comienzo a buscar primero preguntas y luego respuestas, las
primeras se generan en lo más profundo de nuestra conciencia, las segundas casi
siempre están fuera de nosotros.
Sin las preguntas nunca hallaríamos las respuestas, y por
eso es necesario generar la costumbre de charlar con uno mismo, no
literalmente, sino a través de la conexión con nuestra mente y principalmente
nuestras emociones, que siempre tienen algo que decirnos.
Liberar las emociones
Tenemos 5 sentidos, visión, oído, tacto, gusto y olfato,
ellos son los sensores de las emociones, por desgracia no podemos apagarlos cuando
no queremos que funcionen, no tenemos un botón de on-off, los sentidos siempre
están tomado información del exterior para alimentar las emociones, que básicamente
son 6, felicidad, tristeza, sorpresa, asco, miedo e ira. A su vez las emociones
se procesan en el cerebro entremezclándose con todas nuestras experiencias
previas guardadas en algún lugar de nuestra memoria. De esta forma comprendemos
el mundo, no hay dos formas iguales de hacerlo, cada persona es única, como
única es su experiencia.
Todos las conocemos a esas emociones que nombre antes,
algunas quizás las usemos mucho menos que otras, y muchas veces esto está
relacionado a que la rutina provoca un micro clima donde no suelen ocurrir situaciones
fuera de lo normal, y las emociones no funcionan muy bien dentro de la
normalidad, requieren de sensaciones que las activen. Esto ocurre cada cierto
tiempo cuando nos enamoramos de alguien, cuando nos asustamos por alguna
situación, o cuando nos divertimos mucho, son los momentos donde sentimos que
estamos vivos y eso es porque estamos usando la parte más importante que tiene
nuestro cuerpo, el mayor avance que ni siquiera la ciencia pudo crear, nuestro
sistema emocional.
Los viajes tienen esa locura de recorrer caminos nuevos
donde todo es diferente y les aseguro que las emociones están a la orden del día,
incluso se utilizan muchas veces al día. Ya que su alimento preferido son las
sensaciones, debemos alimentarlas, las experiencias viajeras fueron mi forma de
sacar las emociones fuera, y aunque sigo aprendiendo hoy puedo entender que el
camino fue bien recorrido, mi conciencia con respecto a las emociones es muy
diferente a la de algunos años, conocerme a mí mismo fue el secreto para poder
disfrutar las emociones de forma mucho más libre y hoy en día no puedo vivir
sin entenderlo desde el lugar de la libertad.
La paciencia y la
confianza en uno mismo
Creo que cuando uno está haciendo lo que le gusta y
disfruta, se siente más tranquilo, eso se refleja mucho en la salud y en el
humor de las personas. Pero la paciencia también es un trabajo de todos los
días, para ello debemos aprender a administrar nuestros objetivos, pequeños
pasos todos los días en algún momento se convierten en un gran camino
recorrido, objetivos pequeños interlazados se transforman al fin en un objetivo
importante.
Los viajes aportan algo más a este proceso y tiene que ver
con el relax que se puede lograr, es mucho más fácil lograr mejorar tu nivel de
tranquilidad y paciencia rodeado de naturaleza y ambientes puros, lejos de los
males que la sociedad a producido, esa es mi experiencia en este sentido.
Tener paciencia, o en definitiva aprender a dominarla es
importante porque todo lo que encaremos lo debemos hacer de forma serena para
poder pensar y estar atentos a lo que vaya sucediendo, y acá vuelve el tema de
conciencia, que requiere de esta característica como uno de sus pilares
máximos.
Debemos crear, eso nos hará sentir vivos, no importa que
creamos, sino lo importante es hacer cosas que a nosotros nos facilite la vida,
no necesitamos creaciones revolucionarias, no funciona así, lo importante es
poder solucionar nuestros problemas creando habilidades que nos serán de
utilidad inmediata, con resultados rápidos, eso ayuda a aumentar nuestra
confianza en nosotros mismos, y mi experiencia me demuestra que podemos hacer
cualquier cosa, si dedicamos tiempo a aprender y paciencia para equivocarnos
con la tranquilidad de saber que es parte del camino, es la mejor enseñanza que
podemos tener, la prueba de que estamos aprendiendo.
La paciencia se la asocia muchas veces hacia los demás, pero
yo creo que la paciencia hacia uno mismo es mucho más difícil de aprender. Debemos
tenernos mucha paciencia en el proceso de crear, para no desmotivarnos y
mantenernos activos, la mente tiene una importancia enorme, y es el camino
único hacia la felicidad.
Todo esto es un valor agregado cuando viajamos porque en
general estamos en lugares desconocidos, todo lleva más tiempo de lo normal
porque la información se va descubriendo en el camino, y como yo siempre digo,
lo rápido sale caro y en general por no tomarse el tiempo de hablar con la
gente que vive en ese lugar y pedir consejos terminamos gastando mucho más,
pero esto lo revisaremos mejor en otra nota.
Superar tus limites
Todos este intrincado sistema de aprendizajes muy
relacionado con los viajes da como resultado una mayor capacidad de adaptación
a las diferentes situaciones, iremos perdiendo a cada momento los miedos que
nos siguen por detrás y generan bloqueos mentales que nos llevan a no tomar
riesgos, y ellos están siempre atados a perdidas y ganancias, y no creo que
podamos cambiar sin dejar algunas cosas atrás, la vida es un viaje en el que no
podemos llevar todo, siempre estamos limitados y los miedos son unos de los
mayores limitantes que conozco.
Además son en su mayoría irreales, viven en nuestra mente y
se amplifican en ciertas situaciones, pero en la realidad no son tan graves,
todos los problemas se pueden solucionar eso lo aprendí con cada viaje
realizado, teniéndome paciencia, y por sobre todas las cosas equivocándome.
Por ello mi aporte en esta nota quiero que sea el aprender
mucho de nosotros mismos, y entender que nuestro entorno es importante pero no más
que nosotros mismos, esta filosofía de vida es aplicable no solo en un viaje
también en la vida diaria y enseñando sus beneficios a las personas que lo
necesitan y que no se sienten cómodos con su vida actual, todos los problemas
se pueden solucionar si trabajamos realmente y convencidos sobre ellos